Desde Fondo Amplio:
Delirios abortistas
-Delirios abortistas-
Por Mapsodus.
En el blog de los abortistas “Nosotras y nosotros también”, aparece una tonta cronología, que inicia el 25 de julio de 2007. Empieza con tonterías, que demuestran la debilidad y contaminación en el Poder Judicial y en el Parlamento; el 19 de julio, se titula en La Diaria (diario marxista): “A veces ilegal”. Allí dice: “Un hombre fue ayer a una comisaría a denunciar que le pagó a una mujer la realización de un aborto. Lo mandaron para su casa para que reflexione a ver si pasa la dirección de la clínica de abortos clandestina. La acción vuelve a poner en debate el hecho generado con las firmas de miles de ciudadanos (incluyendo ministros y legisladores) que reconocieron haberse realizado, practicado o colaborado con la concreción de algún legrado.” El 29 de junio, Rodolfo Nin Novoa reconoció estar a favor de la despenalización del aborto, se burlan del Presidente Vázquez, legisladores admiten haber abortado y una sarta de estupideces más, que claramente no demuestran que despenalizar el aborto sea algo bueno. Sencillamente no tienen ni medio argumento serio, para decir que despenalizando el aborto, disminuirían los mismos. Eso es imposible, hemos explicado hasta el cansancio por qué: en los países en que se ha despenalizado el aborto, éste aumentó exponencialmente.
Entonces, llego a la conclusión, que hay dos posibilidades que pueden explicar el “misterio de la despenalización”: o son burros (ignorantes, tontos, retrasados mentales), pensando que con despenalizar un delito, el mismo va a desaparecer; o se hacen los locos, y de verdad quieren que se despenalice el aborto, porque les gusta abortar… Y creo que lo más terrible, es que es la segunda opción, la que explica el “misterio”. Eso, a causa de la casi total carencia de valores morales, en la sociedad actual.
Más adelante en el incoherente blog dice Pablo Chavarría: “El 61 % de los uruguayos apoya la despenalización del aborto según el proyecto de ley que está en el Parlamento, reveló una encuesta de Factum difundida en El Espectador. En tanto, el 27% se opone mientras el 12 no opina. "Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa por vuestra presencia soberana". Compañero Tabaré, no hay cierta incoherencia? dónde están los valores y los principios artiguistas? Contra las injusticias. Por la Ley de salud sexual y reproductiva. Por nuestros hijos. Me adhiero a la campaña.” ¡Qué rotunda incoherencia! Primero, no creo que sea cierto que el 61 % de los uruguayos esté de acuerdo con despenalizar el aborto (de aquí en delante mencionaré simplemente “de acuerdo con el aborto”, porque es lo mismo); eso es una manipulación de la prensa (a mi no me preguntaron por ejemplo; no creo en las encuestas, no son representativas, creo en Dios, eso sí), y si fuera cierto, ese 61% de uruguayos no debería ser considerado como uruguayo, porque uruguayo de verdad—oriental—es católico y por lo tanto anti-abortista.
Luego, el señor Chavarría cita a Artigas y llama a Tabaré de incoherente (el muerto se ríe del degollado), pero algo de razón tiene, porque para Artigas—un republicano—el Soberano es el pueblo, y por eso su Autoridad se ve limitada por la “soberanía popular”; y ahí reside el error: no es el pueblo el Soberano, sino Dios. Y el poder de un gobernante debe derivar de Dios, y no del pueblo, ya que éste puede concebir cualquier cosa como correcta (la historia lo demuestra), pero el gobernante de Derecho Divino, rinde cuentas ante el Señor y por lo tanto no teme de hacer valer su potestad autoritaria. Igualmente, el ex-Presidente Tabaré fue elegido por el pueblo y la Constitución—republicana y liberal—le confiere el derecho a veto, que Tabaré sabiamente lo ejerció. A continuación Chavarría pregunta dónde están los “valores y principios artiguistas”; y yo le repregunto: ¿Y dónde están los valores y principios cristianos? Porque al parecer colocaron a Artigas en un altar, y tiraron a Jesucristo Nuestro Señor en la volqueta; es una gran interrogante que me gustaría que me la respondiera (aunque sé que estoy comentando sobre un comentario viejo).
Y sigue diciendo: “Contra las injusticias”. Y le digo: Se nota, si eso es estar contra las injusticias, entonces yo estaría a favor de las injusticias, y esto no es cierto. Señor Chavarría, está usted en las antípodas del pensamiento monárquico-católico-tradicionalista; nosotros somos quienes estamos en contra de la injusticia y a favor de la Justicia, nosotros somos los buenos y ustedes son los malos. No es necesario ser un Einstein, para darse cuenta de que alguien que está a favor del aborto, es alguien malvado y cruel. Es así y no hay vuelta. “Por la ley de salud sexual y reproductiva”, dice el hombre; la leí y es una basura; que los inmorales modernos no vengan a dar cátedra a mis nietos, la salud sexual y reproductiva no tiene algo que ver con el aborto ni con lo que se enseña en la “educación sexual” (que es “casual”, como dice el Nicus); nunca se les ocurre pensar que los mejores métodos anticonceptivos son los naturales: la castidad y la abstinencia. Enseñan a los jóvenes a dejarse llevar por los impulsos, en lugar de controlarlos; olvidan por ejemplo, que “los verdaderos hombres dominan a la bestia”, como bien dicen los carlistas argentinos. Y Chavarría termina con la frutilla de la torta: “Por nuestros hijos” (¡¡¡¡¡¡¡Qué!!!!!!!) Es abortista y clama por nuestros hijos; a ese hombre parece que le falta un tornillo.
Más adelante, un tal de Luis A. Franco dice: “(…) La hipocresía y el cinismo de las autoridades actuales y pasadas en ROU es increíble. Todo el mundo conoce dónde y quiénes hacen abortos, miles de ellos se realizan anualmente y aún así el médico Vázquez se atreve a borrar con el codo una reivindicación clara de la gente que ingenuamente lo votó.” Lo que es increíble señor Franco, es la tontería que dices. ¿Quién es todo el mundo? Porque yo no conozco dónde y quiénes hacen abortos, ni miles de ellos; y cuando lo descubro lo denuncio y las supuestamente hipócritas y cínicas autoridades, no me dan bola, ¿quiénes son los hipócritas? ¡Por favor! ¿La gente votó ingenuamente a Vázquez? No, la gente votó ingenuamente al Pepe; es más diría que la gente vota siempre cualquier cosa. La república apesta. ¡Arriba la monarquía!
Fernanda Gutierrez, señora abortista, ¡cómo se atreve a decir: adhiero a esta justa protesta! ¿De qué justicia me habla? ¿La de matar bebés inocentes? Eres una madre desnaturalizada, asesinaste a tu hijo. Usted dice: “Como podemos apreciar, esta falsa democracia nos ofrece sólo veto, castigo y represión”; y en la expresión “falsa democracia” tiene razón, pero no por lo que usted cree, sino porque la verdadera democracia es solamente cristiana y en una Monarquía (es Democracia Sneitersxsziana). La democracia, en la que vivimos es liberal y usted quiere que sea aún más liberal; con menos veto, castigo y represión, de lo poco que hay. El castigo y la represión son casi nulos, en nuestro país; y usted pide aún menos castigo y represión; usted está pidiendo anarquía, señora.
Después se expresa Cecilia Revello, diciendo: “Que nadie mire para el costado. Estar en contra de la despenalización del aborto es estar a favor de la desigualdad”. Primero, miro para donde quiero, porque soy libre de hacerlo. Segundo, estoy completamente en contra de la despenalización del aborto, porque estoy en contra del aborto; y tercero sí estoy completamente a favor de la desigualdad. ¿Y qué? ¿Cuál es el problema? No creo en el lema masónico de la “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, no creo en el Gran Arquitecto del Universo; tengo un lema mejor: “Dios, Patria, Fueros, Emperador” y creo en el único Dios: la Santísima Trinidad—el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Le digo, una y otra vez, NO A LA IGUALDAD, SÍ A LA JERARQUÍA; pues los seres humanos somos iguales en derechos, pero NO en obligaciones. No debe haber igualdad, no debe de haber igualación, la igualdad es no respetar las diferencias, la IGUALDAD ES INTOLERANCIA.
Señora, Liliana Jabif, no debería plebiscitarse ese tema cosa alguna. No se puede plebiscitar si un bebé tiene derecho a vivir o no. Sí lo tiene y punto. No hay vuelta. El aborto está mal, lo mires por donde lo mires; y no importa la opinión de la mayoría; lo he dicho mil veces y lo seguiré repitiendo: la mayoría no siempre tiene la razón, el pueblo no es el Soberano, el Soberano es el Señor.
Finalmente, terminaré comentando las palabras de Álvaro Pereyra, que fueron: “Afortunadamente vivimos en una República y no en una Monarquía. El presidente es el primer ciudadano por elección de la ciudadanía, pero no es más que uno de nosotros. Se debe aprobar una ley que termine con la hipocresía, en caso que se aborte mediante un veto, deberemos convocarnos a un referéndum.” Yo diría lo diametralmente opuesto: “Desafortunadamente vivimos en una República y no en una Monarquía. En una Monarquía, el Monarca es la autoridad máxima, por Derecho Divino, y es de la Nobleza, nosotros somos plebeyos. El aborto es aberrante y hay que castigarlo severamente.” Y así son las cosas, señor Pereyra, un monárquico católico, le contesta a usted y le ha contestado a toda esta gente, para que sepan, que en nuestra querida Patria Oriental, hay monárquicos. Somos pocos, pero somos fuertes. Y no nos podrán vencer. No nos podrán callar; no permitiremos que aplasten nuestros derechos y no permitiremos que asesinen inocentes niños. Nuestro juramento y compromiso es luchar por la Libertad y la Justicia.
Me aburrí de responder a la sarta de opiniones delirantes de los republicanos abortistas; sí, para los monárquicos esas cosas nos parecen delirantes (así como posiblemente para los republicanos, nuestras ideas les parezcan delirantes) y es porque estamos radicalmente en contra del pensamiento moderno. ¡No al aborto! ¡Sí a la vida! ¡Viva la Patria! ¡Qué viva Cristo Rey y Emperador!
Por Mapsodus.
En el blog de los abortistas “Nosotras y nosotros también”, aparece una tonta cronología, que inicia el 25 de julio de 2007. Empieza con tonterías, que demuestran la debilidad y contaminación en el Poder Judicial y en el Parlamento; el 19 de julio, se titula en La Diaria (diario marxista): “A veces ilegal”. Allí dice: “Un hombre fue ayer a una comisaría a denunciar que le pagó a una mujer la realización de un aborto. Lo mandaron para su casa para que reflexione a ver si pasa la dirección de la clínica de abortos clandestina. La acción vuelve a poner en debate el hecho generado con las firmas de miles de ciudadanos (incluyendo ministros y legisladores) que reconocieron haberse realizado, practicado o colaborado con la concreción de algún legrado.” El 29 de junio, Rodolfo Nin Novoa reconoció estar a favor de la despenalización del aborto, se burlan del Presidente Vázquez, legisladores admiten haber abortado y una sarta de estupideces más, que claramente no demuestran que despenalizar el aborto sea algo bueno. Sencillamente no tienen ni medio argumento serio, para decir que despenalizando el aborto, disminuirían los mismos. Eso es imposible, hemos explicado hasta el cansancio por qué: en los países en que se ha despenalizado el aborto, éste aumentó exponencialmente.
Entonces, llego a la conclusión, que hay dos posibilidades que pueden explicar el “misterio de la despenalización”: o son burros (ignorantes, tontos, retrasados mentales), pensando que con despenalizar un delito, el mismo va a desaparecer; o se hacen los locos, y de verdad quieren que se despenalice el aborto, porque les gusta abortar… Y creo que lo más terrible, es que es la segunda opción, la que explica el “misterio”. Eso, a causa de la casi total carencia de valores morales, en la sociedad actual.
Más adelante en el incoherente blog dice Pablo Chavarría: “El 61 % de los uruguayos apoya la despenalización del aborto según el proyecto de ley que está en el Parlamento, reveló una encuesta de Factum difundida en El Espectador. En tanto, el 27% se opone mientras el 12 no opina. "Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa por vuestra presencia soberana". Compañero Tabaré, no hay cierta incoherencia? dónde están los valores y los principios artiguistas? Contra las injusticias. Por la Ley de salud sexual y reproductiva. Por nuestros hijos. Me adhiero a la campaña.” ¡Qué rotunda incoherencia! Primero, no creo que sea cierto que el 61 % de los uruguayos esté de acuerdo con despenalizar el aborto (de aquí en delante mencionaré simplemente “de acuerdo con el aborto”, porque es lo mismo); eso es una manipulación de la prensa (a mi no me preguntaron por ejemplo; no creo en las encuestas, no son representativas, creo en Dios, eso sí), y si fuera cierto, ese 61% de uruguayos no debería ser considerado como uruguayo, porque uruguayo de verdad—oriental—es católico y por lo tanto anti-abortista.
Luego, el señor Chavarría cita a Artigas y llama a Tabaré de incoherente (el muerto se ríe del degollado), pero algo de razón tiene, porque para Artigas—un republicano—el Soberano es el pueblo, y por eso su Autoridad se ve limitada por la “soberanía popular”; y ahí reside el error: no es el pueblo el Soberano, sino Dios. Y el poder de un gobernante debe derivar de Dios, y no del pueblo, ya que éste puede concebir cualquier cosa como correcta (la historia lo demuestra), pero el gobernante de Derecho Divino, rinde cuentas ante el Señor y por lo tanto no teme de hacer valer su potestad autoritaria. Igualmente, el ex-Presidente Tabaré fue elegido por el pueblo y la Constitución—republicana y liberal—le confiere el derecho a veto, que Tabaré sabiamente lo ejerció. A continuación Chavarría pregunta dónde están los “valores y principios artiguistas”; y yo le repregunto: ¿Y dónde están los valores y principios cristianos? Porque al parecer colocaron a Artigas en un altar, y tiraron a Jesucristo Nuestro Señor en la volqueta; es una gran interrogante que me gustaría que me la respondiera (aunque sé que estoy comentando sobre un comentario viejo).
Y sigue diciendo: “Contra las injusticias”. Y le digo: Se nota, si eso es estar contra las injusticias, entonces yo estaría a favor de las injusticias, y esto no es cierto. Señor Chavarría, está usted en las antípodas del pensamiento monárquico-católico-tradicionalista; nosotros somos quienes estamos en contra de la injusticia y a favor de la Justicia, nosotros somos los buenos y ustedes son los malos. No es necesario ser un Einstein, para darse cuenta de que alguien que está a favor del aborto, es alguien malvado y cruel. Es así y no hay vuelta. “Por la ley de salud sexual y reproductiva”, dice el hombre; la leí y es una basura; que los inmorales modernos no vengan a dar cátedra a mis nietos, la salud sexual y reproductiva no tiene algo que ver con el aborto ni con lo que se enseña en la “educación sexual” (que es “casual”, como dice el Nicus); nunca se les ocurre pensar que los mejores métodos anticonceptivos son los naturales: la castidad y la abstinencia. Enseñan a los jóvenes a dejarse llevar por los impulsos, en lugar de controlarlos; olvidan por ejemplo, que “los verdaderos hombres dominan a la bestia”, como bien dicen los carlistas argentinos. Y Chavarría termina con la frutilla de la torta: “Por nuestros hijos” (¡¡¡¡¡¡¡Qué!!!!!!!) Es abortista y clama por nuestros hijos; a ese hombre parece que le falta un tornillo.
Más adelante, un tal de Luis A. Franco dice: “(…) La hipocresía y el cinismo de las autoridades actuales y pasadas en ROU es increíble. Todo el mundo conoce dónde y quiénes hacen abortos, miles de ellos se realizan anualmente y aún así el médico Vázquez se atreve a borrar con el codo una reivindicación clara de la gente que ingenuamente lo votó.” Lo que es increíble señor Franco, es la tontería que dices. ¿Quién es todo el mundo? Porque yo no conozco dónde y quiénes hacen abortos, ni miles de ellos; y cuando lo descubro lo denuncio y las supuestamente hipócritas y cínicas autoridades, no me dan bola, ¿quiénes son los hipócritas? ¡Por favor! ¿La gente votó ingenuamente a Vázquez? No, la gente votó ingenuamente al Pepe; es más diría que la gente vota siempre cualquier cosa. La república apesta. ¡Arriba la monarquía!
Fernanda Gutierrez, señora abortista, ¡cómo se atreve a decir: adhiero a esta justa protesta! ¿De qué justicia me habla? ¿La de matar bebés inocentes? Eres una madre desnaturalizada, asesinaste a tu hijo. Usted dice: “Como podemos apreciar, esta falsa democracia nos ofrece sólo veto, castigo y represión”; y en la expresión “falsa democracia” tiene razón, pero no por lo que usted cree, sino porque la verdadera democracia es solamente cristiana y en una Monarquía (es Democracia Sneitersxsziana). La democracia, en la que vivimos es liberal y usted quiere que sea aún más liberal; con menos veto, castigo y represión, de lo poco que hay. El castigo y la represión son casi nulos, en nuestro país; y usted pide aún menos castigo y represión; usted está pidiendo anarquía, señora.
Después se expresa Cecilia Revello, diciendo: “Que nadie mire para el costado. Estar en contra de la despenalización del aborto es estar a favor de la desigualdad”. Primero, miro para donde quiero, porque soy libre de hacerlo. Segundo, estoy completamente en contra de la despenalización del aborto, porque estoy en contra del aborto; y tercero sí estoy completamente a favor de la desigualdad. ¿Y qué? ¿Cuál es el problema? No creo en el lema masónico de la “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, no creo en el Gran Arquitecto del Universo; tengo un lema mejor: “Dios, Patria, Fueros, Emperador” y creo en el único Dios: la Santísima Trinidad—el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Le digo, una y otra vez, NO A LA IGUALDAD, SÍ A LA JERARQUÍA; pues los seres humanos somos iguales en derechos, pero NO en obligaciones. No debe haber igualdad, no debe de haber igualación, la igualdad es no respetar las diferencias, la IGUALDAD ES INTOLERANCIA.
Señora, Liliana Jabif, no debería plebiscitarse ese tema cosa alguna. No se puede plebiscitar si un bebé tiene derecho a vivir o no. Sí lo tiene y punto. No hay vuelta. El aborto está mal, lo mires por donde lo mires; y no importa la opinión de la mayoría; lo he dicho mil veces y lo seguiré repitiendo: la mayoría no siempre tiene la razón, el pueblo no es el Soberano, el Soberano es el Señor.
Finalmente, terminaré comentando las palabras de Álvaro Pereyra, que fueron: “Afortunadamente vivimos en una República y no en una Monarquía. El presidente es el primer ciudadano por elección de la ciudadanía, pero no es más que uno de nosotros. Se debe aprobar una ley que termine con la hipocresía, en caso que se aborte mediante un veto, deberemos convocarnos a un referéndum.” Yo diría lo diametralmente opuesto: “Desafortunadamente vivimos en una República y no en una Monarquía. En una Monarquía, el Monarca es la autoridad máxima, por Derecho Divino, y es de la Nobleza, nosotros somos plebeyos. El aborto es aberrante y hay que castigarlo severamente.” Y así son las cosas, señor Pereyra, un monárquico católico, le contesta a usted y le ha contestado a toda esta gente, para que sepan, que en nuestra querida Patria Oriental, hay monárquicos. Somos pocos, pero somos fuertes. Y no nos podrán vencer. No nos podrán callar; no permitiremos que aplasten nuestros derechos y no permitiremos que asesinen inocentes niños. Nuestro juramento y compromiso es luchar por la Libertad y la Justicia.
Me aburrí de responder a la sarta de opiniones delirantes de los republicanos abortistas; sí, para los monárquicos esas cosas nos parecen delirantes (así como posiblemente para los republicanos, nuestras ideas les parezcan delirantes) y es porque estamos radicalmente en contra del pensamiento moderno. ¡No al aborto! ¡Sí a la vida! ¡Viva la Patria! ¡Qué viva Cristo Rey y Emperador!
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